El momento en que quien era y quien soy ahora se dividió tan terriblemente. El momento en que me perdí. El momento en que olvidé quien era.
Pero mi visión se está aclarando.
El cazador aprende la lección temprana. Seguir las señales sin perderte, y si te pierdes, debes parar. Parar. Considerar. Entonces volver sobre tus pasos con cuidado. Encontrar donde empezaste a perderte. Encontrar la fuente del engaño.
Como detectar la grieta en una ánfora o escuchar una nota errónea en una melodía...y ahora no puedo dejar de ver los defectos en el mundo que me rodea. La historia sigue cambiado.
El dios de la guerra es bienvenido al olimpo, o el olimpo se esfuerza por matar al pretendiente.
Cuando se enfrenta a una mentira hay tres opciones...
Admisión, y por lo tanto, honestidad. Perpetuación, y por lo tanto, un engaño débil.
U hostilidad, el hijo del miedo. Esta mentira tiene miedo. Esta mentira me tiene miedo.
Tiene que tenerlo
Nota mental: no en vano, la historia sigue cambiando.
No voy a dejar de hablarle solo porque no me este escuchando, me gusta escucharme a mi mismo, es uno de mis mayores placeres... a menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo..."
Io

lunes, 16 de julio de 2018
lunes, 12 de marzo de 2018
La rebelión de Atlas
Si viese usted a Atlas, el gigante que sostiene al mundo sobre sus hombros, si usted viese que él estuviese de pie, con la sangre latiendo en su pecho, con sus rodillas doblándose, con sus brazos temblando, pero todavía intentando mantener al mundo en lo alto con sus últimas fuerzas, y cuanto mayor sea su esfuerzo, mayor es el peso que el mundo carga sobre sus hombros, ¿qué le diría usted que hiciese?
Que se rebele.
Que se rebele.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)